Cambio climático: Panamá revisa sus compromisos ante la ONU para fijarse metas «más ambiciosas»

25 de Febrero de 2019

Imagen del portal virtual del PNUD Global: www.undp.org.

Panamá dio inicio al proceso de revisión de la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC, por su sigla en inglés), una estrategia en virtud de la cual cada país se fija unas metas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero al tiempo que toma medidas para enfrentarse a los escenarios climáticos adversos.

El objetivo de la contribución nacional es apoyar el esfuerzo global en mantener el aumento de la temperatura media mundial “muy por debajo de 2 grados” con respecto a los niveles preindustriales. Esta meta fue fijada en el Acuerdo de París alcanzado en 2015 en el marco de la 21 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC).

Si bien el aporte del país a las emisiones globales es prácticamente inexistente -en torno al 0,02%-, Panamá es sumamente vulnerable a los efectos del cambio climático, cuyas consecuencias ya se están dejando sentir en todo el globo en forma de temporales, sequías, aumento de las temperaturas y otros eventos meteorológicos extremos. 

Panamá es parte del NDC Partnership, una iniciativa global lanzada en la vigesimosegunda Conferencia de las Partes (COP22) en Marrakech y que tiene como objetivo mejorar la cooperación para que los países tengan acceso al conocimiento técnico y al apoyo financiero que necesitan para alcanzar los objetivos climáticos.

Los puntos focales nacionales para esta asociación son el Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE), el Ministerio de Economía y Finazas (MEF) y la Secretaría Nacional de Energía. Los dos sectores priorizados en la contribución panameña son el sector energía para las metas de descarbonización de la matriz de generación eléctrica, y los cambios de uso de suelo.

Panamá está revisando su NDC para alcanzar metas más ambiciosas, tales como incorporar al sector energía el transporte, que se basa en combustibles fósiles, y generar un plan de implementación de la NDC que cuente con metas cuantificadas y contenga una metodología de cálculo.

Otros desafíos por solucionar en la revisión de la NDC pasan por reforzar los arreglos institucionales e incluir el impacto positivo de la gestión forestal sostenible, en tanto que contribuye a la adaptación a los efectos del cambio climático. La NDC debe asimismo de establecer un sistema para medir, reportar y verificar (MRV) los flujos de financiamiento climático.

Miembros de la NDC Partnership que participaron de la sesión para brindar asistencia a Panamá fueron el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Ambiente, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), UNICEF y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

 

Apoyo del PNUD

La gerente nacional para Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD en Panamá, Jessica Young, destacó que el PNUD seguirá brindando apoyo y acompañamiento al país materia de fortalecimiento interinstitucional y gobernanza para la acción climática. Según Young, un aspecto importante es el análisis de gasto público e institucionalidad para el clima (CPEIR, por su sigla en inglés), “un ejercicio que PNUD ya viene desarrollando con otros países de la región”.

El PNUD acompaña los esfuerzos para la implementación de políticas públicas ambientales para la gestión de los bosques, como la iniciativa REDD+ para la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y degradación de los bosques, la Política Nacional de Humedales y el Plan Nacional de Seguridad Hídrica, así como el alineamiento y complementariedad de los reportes nacionales ante la CMNUCC. Un eje transversal en todas las políticas y planes ambientales es la integración de la perspectiva de género.